El Ayuntamiento de Nambroca insiste en recordar a todos los vecinos y empresas que depositar brasas o cenizas, de chimeneas y estufas, mal apagadas en los contenedores de basura (orgánica o papel) puede provocar un incendio.
Esta mala práctica de algunos ciudadanos que arrojan al contenedor los restos de cenizas, carbones y ascuas de las chimeneas puede ocasionar un incendio en el contenedor con el consiguiente daño en el mobiliario urbano y gasto para las arcas municipales, pero también en los camiones de recogida de residuos.

Antes de depositar las brasas en los contenedores es necesario estar seguro de que están apagadas, ya que las brasas pueden tener fuego latente durante varias horas. Los bomberos recomiendan que pasen unas horas en un cubo-recipiente metálico antes de tirarlas al contenedor, siempre en bolsas cerradas y después de echarles agua para estar completamente seguros de que no pueden prender.

Según ha informado Bienvenido Jiménez concejal de Obras y Servicio la reposición de cada uno de estos contenedores quemados tiene un coste medio que supera los 1.000 euros, incluyendo el precio del nuevo contenedor y los gastos de logística que conlleva su reposición, además de suponer en muchas ocasiones la actuación de Protección Civil de Nambroca y de los bomberos y, en ocasiones, daños extraordinarios que puedan ocasionarse en fachadas o vehículos próximos.

Es por ello que el concejal ha insistido en la necesidad de ser responsable en el uso de este mobiliario urbano, y cerciorarse de que –en el caso de las cenizas- estén completamente apagadas, frías y sin rescoldos, a la hora de depositarlas en el contenedor.
 
 
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